CONTRA VIENTO Y MAREA
Contra viento y marea las Fallas seguimos adelante, nos han tocado
tiempos difíciles como a todos pues en estos tiempos de crisis hemos sufrido
recortes en las subvenciones y subidas de IVA, que ya están medianamente
paliadas al recuperar la subvención y la subida del IVA quedar finalmente en un aumento del 2%.
Lo que no estamos recuperando si no que
cada año se complica más y aparecen nuevos requisitos es en la responsabilidad
de las comisiones y en especial de sus presidentes. A esto le debemos incluir
que los alquileres de nuestros locales al menos los de renta antigua han subido
desmesuradamente, sobre todo afectando a fallas de la Ciutat Vella, donde las
comisiones llenas de historia y tradición no así de componentes en sus
comisiones, pues ser Fallero de esas Fallas es carísimo, al no vivir casi
ningún componente de la comisión cerca y al coste de las cuotas hay que
aumentarle el alquiler de un lugar para poder pasar la semana fallera.
Si a todo esto le sumamos que no se cuenta
con vecinos y los comercios no ayudan casi, la tarea de seguir haciendo Falla
se ha convertido en una misión casi imposible.
No quiero con esto ocultar nuestros propios
errores y deficiencias que son muchos , como puede ser la falta de integración
con los vecinos, las posturas dictatoriales, el pasotismo y la comodidad de los
Falleros, la poco o nula capacidad de involucrar a los jóvenes y no darles
responsabilidades, la falta de proteger nuestra seña de identidad que es la falla, lo que marca la
diferencia con el resto de las fiestas y sobre todas las cosas la desunión que
tenemos entre las diferentes comisiones haciendo reino de taifas de ellas.
Pero sí me gustaría poder transmitir la
ilusión por seguir haciendo la fiesta cada vez más grande, por mantener las tradiciones y la cultura Valenciana, por
luchar por seguir dando a nuestra ciudad el acontecimiento más importante y que
produce los mayores ingresos de los cuales se benefician todos hasta los que
nos critican y dicen que no han tenido los beneficios previstos como es la
hostelería, que en lugar de preguntarse cuanto bajarían su recaudación si no
hubiese fiesta, se permiten el lujo de criticarnos y pedirnos más esfuerzos
cuando ellos no hacen ninguno para poder mantener la gallina de los huevos de
oro.
Con los partidos políticos que se le llena
la boca de decirnos que las fallas serán lo que quieran los falleros, pero cada
vez le ponen más palos a la rueda del carro, y solamente se preocupan cuando
llega la campaña electoral por hacer propuestas para fiesta, preocupándose y
apostando por grandes eventos millonarios
en su coste de los cuales no queda ninguno pero muchos han sacado provecho.
De hacer una normativa municipal imposible
de cumplir, para luego tener que hacer la vista gorda siempre y cuando no
tengan problemas, si los tienen ya sabemos de quien es la responsabilidad de
los organizadores que incumplen dicho reglamento.
De tener un reglamento interno de JCF, que
contradice y antepone su reglamento al reglamento fallero, algo inaudito que un
reglamento de régimen inferior contradiga a uno de régimen superior y que
solamente puede ocurrir en este nuestro universo fallero, antes de que se me
olvide, el reglamento de JCF no ha sido explicado y aprobado por la asamblea de
presidentes.
De que sabiendo que hay cosas por cambiar
no seamos capaces de ponernos de acuerdo para hacer un acuerdo de mínimos
dejando nuestros interés y rencillas aparte para el beneficio de la fiesta.
De no coger a todos los grupos políticos y
explicarles que lo que nos interesa es que dialoguen y lleven en conjunto una
serie de medidas para que nuestra fiesta siga creciendo, asegurándonos una
especie de decálogo de mínimos para la fiesta independientemente de quien pueda
gobernar cada cuatro años no tenga que estar a expensas de decisiones según sople el viento por poner
dos ejemplos que se sigan manteniendo las subvenciones y que el 19 de marzo sea
inamovible al menos que no lo aprueben los
Falleros.
De exigir transparencia y explicaciones del
presupuesto de JCF, algo de lo cual se nos privado por ley, pero que sin
incumplirla y con voluntad puede seguir haciéndose en una asamblea de
presidentes.
Que por fin la fiesta más importante de la
comunidad tenga un espacio habilitado para poder albergar el museo fallero, las
dependencias de JCF y una serie de salas multiusos para que las comisiones las
puedan utilizar con un mínimo coste y sin que cueste dinero a las arcas
municipales.
Como siempre esta es mi opinión, una opinión
a favor de la fiesta y en contra de todos los que quieren aprovecharse de ella.
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